Ayer 15 de septiembre salí a la calle muy temprano, me dio gusto ver a los niños con sus trompetas y gritando "VIVA MÉXICO" a todo pulmón, con sus matracas y playeras de la selección mexicana, tal cómo si fuera un mundial de fútbol.
Llegué a mi casa a comer, mi madre hizo unos deliciosos tacos al vapor, dijo, que era día de comida mexicana (aunque desayunamos hot cakes). Nos refugiamos en la televisión cuando el tema de plática terminó, y observamos a la expectativa el desfile de la Ciudad de México. Confieso que todo este tiempo consideré una perdida inconcebible de recursos públicos,un desfile vendido por ideas extranjeras, teniendo tantos problemas pendientes en la agenda, se vienen a gastar nuestros impuestos en carros alegóricos y en vestuario que sólo será utilizado una vez, mientras que tantas familias siguen sin comer, niños sin escuelas, y comunidades que siguen desapareciendo por falta de oportunidades. Pero al verlo en televisión me movió otras fibras, observé con gran placer cada contingente, tanta gente que como voluntaria se unió a la causa por el simple hecho de ser mexicanos, niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, todos queriendo ser parte de una verdad histórica.
Sin duda, el Centro de la ciudad de Guadalajara me esperaba, apuré a mi familia y salimos rumbo al tráfico, a conductores ebrios que se previnieron a la Ley Seca y a estacionamientos caros que aprovecharon el día festivo.
Llegamos a mi hermosa ciudad, que estaba completamente cercada por agentes de seguridad, quienes nos enviaron a un contingente de revisión. Separaban a hombres de mujeres, los cuales eramos revisados minuciosamente. Mi pequeña bolsa fue manoseada por dos mujeres con uniformes azules, con cara de estar hartas de revisar a tantas chicas, parecían querer encontrar algo a como fuera lugar, y lo encontraron; a la luz salió mi credencial de Reportero y automáticamente guardaron todo, me dieron las gracias y hasta buenas noches me dijeron, de hecho hasta dejaron de revisar a mi mamá.
Esperamos a nuestros hombres (mi papá y hermano), puesto que la fila de los hombres era mucho más extensa que la nuestra. Por fin llegaron y caminamos hacia la plaza de armas. Coincidimos en que la afluencia de personas era bastante menor que en años pasados. Mi argumento fueron las campañas para guardar silencio y quejarse así del mal gobierno, pero mi papá tuvo otro, decía que también podía ser causa de los operativos de seguridad, tal vez se abstuvieron de asistir aquellos que portaban sustancias o algún tipo de arma.
Y me pregunto...¿A qué le tienen miedo?...
El resto de lo que ocurrió esta noche es parte del rememorar las raíces, la música de mariachi, el tradicional grito de "Independencia", la Orquesta Filarmónica, fuegos artificiales, banderas, gritos, risas, antojitos mexicanos, grandes sombreros, silbatos y personas mostrando los colores de la bandera en sus ropas.
Recuerdo lo que dije alguna vez a quien me lo preguntó y ahora lo retomo...
No es el hecho de festejar si tenemos el mejor gobierno del mundo o no, si algún día dejaremos de ser tercermundistas, si nuestros dirigentes ganan lo que dicen, si nuestra escuela va de la mano con los estándares de calidad requeridos, si ya le dijo el Cardenal al Jefe de Gobierno, que si nuestra libertad de expresión está amordazada, que si la vecina tira su basura en mi pedazo de banqueta y demás cuestiones que nos amargan los días...
Por hoy dejémoslo de lado...
Festejemos que tenemos una tierra que trabajar, que nuestro himno nacional es el segundo más bello del mundo, que nuestros paralímpicos son medalleros por excelencia en las competencias, que no hay personas más cálidas que las mexicanas, que gozamos de tantas bellezas naturales, de tantos destinos turísticos hermosos (Michoacán, Chiapas, Guanajuato, Zacatecas, JALISCO, etc.), que nuestras tradiciones perduran a pesar de la Globalización, que somos de los pocos países que se atreven a reír de la muerte. Festejemos que especies como la mariposa monarca y la ballena gris, eligen nuestras tierras para pasar sus vacaciones =D.
Festejemos con mariachi tradicional y mariachi de trompetas, bailando un jarabe tapatío y bebiendo tequila, paseemos a caballo y cortemos huamuchiles, acudamos al teatro y salgamos en bicicleta, admiremos a la familia que sale junta los domingos, a los que prefieren el parque que el bar y un buen café de Veracruz en lugar de la cerveza, vayamos a Chapala y comamos charales, escuchemos jarana y zapateemos un rato.
Visitemos la Huasteca, admiremos a los voladores de Papantla, renovemos energías en los huachimontones, el el foco tonal, en Tenochtitlán, en Monte Albán...
Admiremos a los danzantes tradicionales, vayamos por nuestra calaverita de azucar y amaranto, admiremos los campos llenos de flores y recordemos que somos mexicanos, que la grandeza de nuestra gente es la que mantiene vivo a nuestro país, que no hay nada más grande que la unión de los mexicanos cómo lo hemos visto en las desgracias y porqué no en las situaciones del día a día...
Soy mexicana y es la mejor herencia que podré dejar a mis hijos, el amor y el respeto por la tierra, por la naturaleza y por las costumbres que se me han inculcado
y sólo por eso VIVA MÉXICO!!!!!
VIVAAAAAAAA!!!!!!!!