Quizá no es el mejor lugar para expresar lo que siento, pero si no lo hago de esta manera entonces dónde.
Te agradezco haberme abordado de aquella manera, y decirme esas palabras que me hicieron tanto bien, pensé que te había perdido con el tiempo, que te habías escapado entre publicaciones viejas y palabras sin sentido, no sé en que momento la cuadra que nos separa se hizo tan larga y misteriosa que te ocultaba de mi vista, y nuestras voces se hicieron tan débiles que no percibí tus palabras buscando una conversación.
Hoy te recuperé, no se si para siempre pues eso no se puede predecir, sin embargo, no me canso de ponerle el calificativo de "perfecto" a este reencuentro. Tienes un carácter que, ahora que lo recuerdo, nos ha hecho chocar en varias ocasiones pero que nunca nos ha alejado del cariño por la otra. Estar en desacuerdo en diversos temas no es sinónimo de no querernos, sino, una demostración más de la autenticidad de cada una.
Espero que esta no sea la última salida de nuestras vidas, y que ese dueto de tres en el café vuelva a ser testigo de tus carcajadas a mitad de la canción, de nuestras conversaciones acerca del cambio y los meseros y de todos los calificativos a la familia, de la tartamudez que provoca el alcohol y el café con hielo, de lo bien que se disfruta hablar de los hombres en una mesa de mujeres y de lo mala idea que es sentarse en el jardín a las doce de la noche.
Te quiero y respeto, no por ser mi prima, que eso ya viene de cajón. Te AMO por demostrar que más que eso eres mi AMIGA.
Gracias por las palabras de aliento, te prometo que no te defraudaré, y que el mundo ruede...
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